Tasa de rebote: ¿Qué es y cómo reducirla?

La analítica es uno de los aspectos más importantes para potenciar el éxito de una página web. En este sentido, debes evaluar la tasa de rebote, una métrica que te ayudará a interpretar el comportamiento de los usuarios en tu sitio y que te será de mucha utilidad para optimizar el funcionamiento de tu portal.

¿Qué es exactamente la tasa de rebote?

Primero que nada, debemos entender qué es el rebote para que podamos definir cuál es esa tasa. El rebote es el abandono de una página web sin interactuar con ella de ninguna manera, ya sea realizando click a un enlace o escribiendo un comentario.

Por consiguiente, la tasa de rebote es una medida que te ofrece información detallada sobre cómo se comportan los usuarios en tu página y cómo interactúan con ella.

¿Cuál es la tasa de rebote ideal?

En realidad, no existe una respuesta específica a esta pregunta, porque todo entra en función del tipo de página y cuáles sean sus objetivos. No es lo mismo una tienda online en la que se incita a la navegación que un portal donde solamente existe una única página para mostrar toda la información sobre ese portal web.

De todas formas, se considera que un objetivo de entre el 20% y el 50% es bastante bueno, siendo cifras muy positivas para una página web. Ten en cuenta que es imposible que todos los usuarios que visiten tu sitio realicen alguna interacción en él.

Cómo reducir la tasa de rebote de una página web

Independientemente del sector al que te dediques y de la temática de tu web, todo el mundo quiere reducir la tasa de rebote. Y es que cuanta más interacción exista en tu web, mayores serán las posibilidades de conseguir conversiones.

Hay muchas maneras de rebajar la tasa de rebote, que pueden depender del nicho, la edad, ubicación geográfica, entre otros. Aun así, hay ciertos pilares fundamentales que tienes que optimizar sí o sí para ver resultados muy rápidamente:

Mejora tu contenido

El primer paso y el más importante de todos es tener un contenido que sea de calidad. El contenido abarca tanto el texto como los elementos gráficos de la página, al igual que todo lo que el usuario vea en pantalla.

El contenido tiene que ser interesante, de utilidad, que capte la atención del usuario y que le haga sentirse identificado. De este modo, el espectador querrá explorar otras partes de tu página web y terminará haciendo clicks en links, botones de registro, comentarios, entre otros.

Por supuesto, esto también ayuda a aumentar la credibilidad de tu marca, en caso de que tengas una tienda online. Crea una estrategia de contenidos relacionados única y exclusivamente con su sector. Por ejemplo, si tienes una web de criptomonedas, publicar contenido sobre SEO podría no ser muy atractivo para tus espectadores, por lo que terminan rebotando.

Presta atención a la legibilidad

Puedes tener el contenido más interesante y único del mundo, pero si no es fácil de leer, de poco servirá. No es un secreto que las páginas que tienen exceso de texto dan pereza de leer, incluso si están llenas de información de primera categoría. Lo mismo aplica para los párrafos demasiado extensos.

Por lo tanto, utiliza párrafos cortos, rompe los patrones de texto a través de imágenes, crea listas, subtítulos y usa cualquier elemento que sirva para evitar el cansancio al leer en tu página web.

Cuidado con los pop-ups

Grandes amigos o los peores enemigos. Los pop-ups se han convertido en un recurso muy importante dentro de las páginas web, y si son bien utilizados aumentan tanto la retención del usuario como su interacción con tu portal.

Sin embargo, si usas cuadros emergentes invasivos u obligas al usuario a realizar demasiadas acciones, se entorpece la experiencia, y por ello los espectadores terminarán abandonando la página.

Es muy frustrante tener un pop-up en el medio de la pantalla durante toda la sesión y que no se pueda cerrar por nada del mundo. Esos colores, animaciones y movimientos distraen al usuario, y ten por seguro que no se lo tomará nada bien.

Puedes usar los pop-ups, pero con mucha precaución.

Usar palabras clave

Las palabras clave son fundamentales para crear contenido, sobre todo para los motores de búsqueda, tal como lo es Google. Usa frases clave relevantes, coherentes y que de verdad sean de interés para los usuarios. Asimismo, no debes rellenar el texto de palabras claves sólo porque sí, pensando que así Google te va a posicionar mejor.

El algoritmo de Google hoy por hoy le da mucha más importancia a la calidad del contenido y a la respuesta de usuario. Evidentemente, debes utilizar palabras clave, pero también palabras clave semánticas, sinónimas y que enriquezcan el contenido.

Haz buenas meta descripciones

La meta descripción consiste en la información colocada justo debajo del título SEO en las SERPS de Google. Es una sección en la que puedes escribir una o dos frases cortas que motiven a entrar en tu página web.

Aunque no lo creas, hacer una buena meta descripción puede mejorar en gran medida la interacción del usuario. Y es que cuando esa descripción es atractiva, vas a traer a espectadores de calidad y que de verdad estén interesados en lo que ofreces en la página web.

Mejora la experiencia de usuario

Técnicamente hablando, si aplica a todas las pautas anteriores, estás contribuyendo directamente a mejorar la experiencia de usuario. Aun así, no basta sólo con escribir texto de calidad y utilizar palabras clave, sino de velar por la satisfacción del cliente, potencial cliente o usuario al navegar por tu portal.

Crea menús, estructura la página, añade elementos gráficos, llamados a la acción, haz que todo sea fácil de entender y evita cualquier mínima complicación que sea posible.

Si sigues todas estas sugerencias, verás que en muy poco tiempo tu página web tendrá no sólo una mayor tasa de retención, sino también de interacción.