SEO: Importancia y estrategias para optimizar tu web

Independientemente de cuál sea tu tipo de negocio, sí o sí debes tener presencia online en la actualidad. Para ello, el SEO es muy importante, porque es lo que le indica a Google que tu página web o portal de ventas ofrece lo que el usuario necesita.

Ahora bien, no se trata simplemente de publicar contenido en internet, porque eso lo puede hacer todo el mundo. El objetivo es hacer que Google reconozca tu portal como una referencia, de manera que aparezcas en los primeros puestos de búsqueda.

¿Qué es el SEO y por qué es importante?

SEO son las siglas en inglés de optimización para motores de búsqueda, y es lo que permite que tu página web sea visible entre la multitud. Ten en cuenta que existen toneladas de millones de páginas en el mundo, pero es a través del SEO que sólo unas pocas son encontradas por los usuarios.

El SEO es imprescindible porque aumenta la autoridad de tu portal, te hace recibir más visitas y te ayuda a ganar más dinero. Una página web, por muy bonita que sea, si no está optimizada, no cumplirá con ningún objetivo.

Cómo hacer una estrategia SEO que te posicione en el primer lugar

Antes de comenzar, queremos aclarar que no existe una varita mágica que haga que Google te posicione en el primer lugar. De ser así, el buscador estaría colapsado y hecho un desastre, porque todas las páginas tendrían todo lo requerido para dominar las SERPS.

Aun así, sí existen algunas normas básicas que le dan a entender a Google que tu página es apta para satisfacer las necesidades del público. Si cumples con esas normas y utilizas algunos de nuestros tips, tendrás muchas más posibilidades de que Google diga que tú eres mejor que la competencia.

Crea tu buyer persona

Es el paso primordial a la hora de elaborar cualquier estrategia de marketing que tengas en mente. Recuerda que el SEO es marketing, y por ello debes establecer a qué personas deseas llegar. Identificar el público objetivo, sus necesidades e intereses es lo que permite trabajar en profundidad en tu página web.

Realiza una investigación profunda para saber cuál es el dolor del usuario y crea tu portal en función de ello. Puedes valerte de datos demográficos, entrevistas, encuestas y otros medios de comunicación. Sin embargo, lo más eficaz te lo proporciona el mismo Google: las palabras clave.

Identifica palabras clave

Las palabras claves son nada más y nada menos que las frases que las personas buscan en Google. Existen herramientas gratuitas y de pago que te dan un listado extenso de las palabras claves que puedes usar. Además, estas frases te ayudan a identificar cuál es la intención de búsqueda.

Por ejemplo, imagina que un usuario busca en google “adoptar cachorro”, lo que te indica que tiene el deseo de adoptar a un perrito. Entonces, tú puedes crear contenido que le ayude a hacer una buena elección, explicando cuáles son las mejores razas del perro, su comportamiento, cómo alimentarlos, bañarlos, entre otros.

Por otro lado, ahora imagina que ese mismo usuario busca “dónde adoptar cachorros”. La inclusión de solamente una palabra adicional cambia por completo la intención de búsqueda, porque en este momento el usuario desea saber dónde puede encontrar mascotas en adopción, y ya no necesita información sobre las razas y tipos de perro.

De todos modos, más adelante hablaremos sobre el contenido.

Analiza la competencia

Si quieres ser mejor que la competencia, debes saber qué está haciendo y los resultados que está obteniendo. Nuevamente, existen herramientas que te permiten conocer el alcance de tus contrincantes, como AHREFS o SEMRUSH.

Mira qué hacen bien, qué hacen mal, qué deben mejorar y aprovecha todos esos puntos débiles para potenciar tu estrategia.

Atención a las imágenes

No solamente la estructura y el contenido deben estar optimizados para el SEO, sino también tus imágenes. Si subes contenido multimedia demasiado pesado, tu página tardará más en encargar, y eso no le gusta a Google. Además, no es necesario que subas imágenes en 4K, pues casi todo el mundo navega por el teléfono, donde hasta las resoluciones más pequeñas se ven bien.

Cuida los detalles

Recuerda agregar palabras clave en el texto alternativo de las imágenes, crear una meta descripción que enganche al usuario cuando esté en las SERPS y hacer un título atractivo. Añade enlaces internos, también un poco de enlaces externos hacia páginas web de autoridad, y no olvides colocar un favicon en tu página web.

Son pequeños detalles que enamoran tanto al público como a Google. Por ejemplo, la meta descripción no tiene incidencia directa en el posicionamiento orgánico como tal. Aun así, sí influye en las emociones de los usuarios, los cuales se sienten motivados a hacer clic, y los clics sí hacen que Google tenga en cuenta tu página web.

Lo mismo ocurre con el título, porque puede tener la palabra clave y la longitud ideal, pero si no es atractivo, nadie le va a dar clic.

Crea contenido de calidad: la clave del SEO

Llegamos al quid del SEO: el contenido. De nada te sirve que tu página cargue rápido, que tenga cientos de enlaces, que sus imágenes sean impresionantes y que no hayas pasado por alto ningún detalle técnico si tu contenido no es útil, creativo y original.

Recuerda esto: el usuario entra en Google para buscar la respuesta a una necesidad. Entra en una página web con el objetivo de satisfacer esa inquietud, y si no encuentra lo que hace falta, sencillamente abandona la página y buscará en otro lugar.

Por consiguiente, tu objetivo siempre es llenar las expectativas del usuario y atender su intención de búsqueda, que cuando el espectador entre en tu portal diga “esto es exactamente lo que estaba buscando”. Y no, no nos referimos a hacer contenidos demasiado extensos, tampoco que sean muy cortos, ya que eso es algo muy relativo y depende de la temática.

Ponte en el lugar del usuario, piensa en lo que desearías encontrar si fueras tú quien estuviera haciendo la búsqueda y crea ese contenido lo más optimizado que puedas. Si aplicas todo esto, ten por seguro que Google le dará el visto bueno a tu página web.